sábado, 31 de enero de 2009

Reiki en la playa

Quiero hoy compartir la experiencia de Reiki en la playa ... es única.

En los días de vacaciones quise aprovechar para descansar un poco, recobrar fuerzas y también para regresar con un bronceado renovador. Quería ir a alguna playa que no hubiera visitado antes. Terminé en playa Miami, una playa solitaria y extensa a la que se llega en lancha atravesando la Laguna de Tacarigua desde el pueblo de Tacarigua de la Laguna, en Barlovento. Un paseo espectacular.

No les voy a decir que el mar estaba hermoso. Los ríos revueltos y cargados de tierra fértil que desembocan en esa parte de nuestro Mar Caribe, estaban mas revueltos que nunca y las olas de la playa eran de un intenso color café. Visión extraña cuando estamos acostumbrados a aguas azules y verdes. Sin embargo la arena era limpia, no había casi nadie (cuentan que tiempo atrás esa era una playa nudista y todavía lo parece) y solo se escuchaban las olas, algunas gaviotas y el viento. Así que en medio de tal paz me senté frente al mar a practicar Reiki.

¡Fantástico! En primer lugar ¿para qué cerrar los ojos al cielo azul y el mar color café, inundados de sol? Descubrí que eso no hacía falta allí y que por el contrario el paisaje alimenta al alma. También pude percibir algo muy obvio pero que nunca antes había pensado: frente al mar estamos envueltos en los cuatro elementos: aire, tierra, agua y fuego...y además en abundancia.

Mirando las aves pude comprender con mas profundidad ahora, después de tres décadas, las enseñanzas de Juan Salvador Gaviota, las cuales tenía guardadas todavía en algún lugar del alma desde mi adolescencia.

Ví el mar infinito y las olas, cada una única y distinta a la otra, y al mismo tiempo parte de la misma inmensidad del universo marino, hechas del mismo material. Tan parecidas a nosotros.

Sentir la armonía y la paz es casi algo natural en aquel ambiente, tan natural como respirar. La conexión con la energía vital es omnipresente e inmediata, flota en el aire. ¿Será por eso que apenas hay un día feriado la gente escapa masivamente de la prisión de las ciudades a reencontrarse con el mar?

1 comentario:

Anónimo dijo...

En días pasados leí uno de los libros del Dr. Chopra el cual se llama "El Alma de la Curación" Te comento esto porque tal y como lo explicas en tu experiencia de playa; El Dr chopra hace alución a lo mismo en su libro. El comenta que tanto los sonidos de las olas del mar, El roce de la brisa, el olor, la energía solar que allí emana y el contacto con la naturaleza, son factores primigenios, es decir, son familiares a nuestros sentidos porque de alguna manera estamos compuestos de ello, siempre han estado allí y somos parte de eso. Venimos de allí. Por esa razón nos gusta tanto la playa porque nos recuerda nuestro principio. Quizás esa es una de las razones por la cual nos parece tan relajante el ponernos en contacto con todos esos elementos que ahí se conjugan. Gracias nuevamente por compartir tus experiencias amiga. Abrazos!!!!