viernes, 18 de septiembre de 2009

Un año o un instante después

Un año después regreso. Podría ser igualmente un instante incierto en el contexto de los tiempos que nos toca protagonizar o en el tiempo infinito del Universo. Regreso con la íntima convicción de haber encontrado un nuevo sentido para mi vida y un camino. Las coincidencias me lo confirman. En otra oportunidad escribiré un rato sobre esas maravillosas pistas que nos ofrece la vida.

Hoy, ahora, es tiempo de agradecer a quienes desde otros escenarios se encontraron conmigo y me escribieron, a las personas que con amor se expresaron en los comentarios, a mi maestra y mis compañeras de curso que me recordaban el blog abandonado, a la grandiosa alumna que apareció un día por esta vía para impulsarme a compartir lo que voy aprendiendo y retarme a investigar lo que todavía no he aprendido, cuando creía que no estaba suficientemente preparada para la experiencia de enseñar.

Todas y todos ustedes me inspiran, mil gracias por estar aquí conmigo.

sábado, 31 de enero de 2009

Reiki en la playa

Quiero hoy compartir la experiencia de Reiki en la playa ... es única.

En los días de vacaciones quise aprovechar para descansar un poco, recobrar fuerzas y también para regresar con un bronceado renovador. Quería ir a alguna playa que no hubiera visitado antes. Terminé en playa Miami, una playa solitaria y extensa a la que se llega en lancha atravesando la Laguna de Tacarigua desde el pueblo de Tacarigua de la Laguna, en Barlovento. Un paseo espectacular.

No les voy a decir que el mar estaba hermoso. Los ríos revueltos y cargados de tierra fértil que desembocan en esa parte de nuestro Mar Caribe, estaban mas revueltos que nunca y las olas de la playa eran de un intenso color café. Visión extraña cuando estamos acostumbrados a aguas azules y verdes. Sin embargo la arena era limpia, no había casi nadie (cuentan que tiempo atrás esa era una playa nudista y todavía lo parece) y solo se escuchaban las olas, algunas gaviotas y el viento. Así que en medio de tal paz me senté frente al mar a practicar Reiki.

¡Fantástico! En primer lugar ¿para qué cerrar los ojos al cielo azul y el mar color café, inundados de sol? Descubrí que eso no hacía falta allí y que por el contrario el paisaje alimenta al alma. También pude percibir algo muy obvio pero que nunca antes había pensado: frente al mar estamos envueltos en los cuatro elementos: aire, tierra, agua y fuego...y además en abundancia.

Mirando las aves pude comprender con mas profundidad ahora, después de tres décadas, las enseñanzas de Juan Salvador Gaviota, las cuales tenía guardadas todavía en algún lugar del alma desde mi adolescencia.

Ví el mar infinito y las olas, cada una única y distinta a la otra, y al mismo tiempo parte de la misma inmensidad del universo marino, hechas del mismo material. Tan parecidas a nosotros.

Sentir la armonía y la paz es casi algo natural en aquel ambiente, tan natural como respirar. La conexión con la energía vital es omnipresente e inmediata, flota en el aire. ¿Será por eso que apenas hay un día feriado la gente escapa masivamente de la prisión de las ciudades a reencontrarse con el mar?

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Coctel de Reiki y vacaciones

Hace casi un mes regresé al trabajo después de unas cortas vacaciones de apenas dos semanas, las cuales aproveché también para dedicar mas tiempo a las prácticas de reiki. Estoy sorprendida del cambio que produce el reiki en mi vida día a día. Lo que mas me emociona y satisface es haber logrado en este corto tiempo un cambio profundo de actitud frente a todo y todos, que me ha llevado a superar las situaciones de estrés que hace poco mas de un mes eran tan cotidianas e insoportables para mi. La combinación de descanso, vacaciones y reiki tiene efectos mágicos.

Trabajé mucho en "solo por hoy no te preocupes y solo por hoy no te enojes". Casi todos los días en las mañanas aprovechando la tranquilidad y soledad de mi hogar, me sentaba un rato y me conectaba con ese universo silencioso y armónico que se extiende hacia el interior de uno, con la energía vital. Algunas veces alcanzo a alejarme lo suficiente del mundo de las cosas, entonces los pensamientos, preocupaciones, ruidos, deberes, quedan flotando por allí, perdidos y ajenos. Nada importa, todo lo que hay es un universo infinito de paz, del cual no provoca regresar. Algunos días ese estado de serenidad se queda dentro de mi por mas tiempo y me acompaña en el comienzo de la jornada diaria. Cuando aparece alguna preocupación o inconveniente, una especie de voz interior me repite ... solo por hoy, solo por este momento, déjalo ir...

Fueron muy oportunas estas vacaciones que me permitieron estar conmigo misma y experimentar la energía Reiki. Sabía que el descanso me haría falta pues el trabajo hasta finales del año se intensificaba y requería mucha energía. En efecto, desde que llegué no hemos parado de trabajar en situaciones complejas y de altos niveles de estres e incertidumbre. He tenido menos tiempo para practicar Reiki pero casi siempre le dedico unos minutos en las mañanas, aunque tenga que levantarme mas temprano, porque me proporciona energía, sabiduría y armonía para todo el día. Es el desayuno del espíritu.

¿El estrés? Bien, gracias ¡desapareció casi por completo! Solo permanece el que es estrictamente necesario para impulsar la acción. Empiezo a sospechar que el estrés y otras emociones similares como la ansiedad, la angustia, la inquietud, provienen de mi misma, no de la realidad exterior. Son producto de una actitud hacia la vida. En la medida en que menos me preocupo, en la medida en que me voy dando cuenta de que lo que necesito aparece y que lo que sucede no es bueno ni malo en si mismo, sino que simplemente es lo que tiene que ser; todas las cosas como por arte de magia se van resolviendo prácticamente solas, la vida comienza a adquirir un sentido nuevo y diferente. Se vuelve justamente vida para vivirla.

martes, 19 de agosto de 2008

Reiki sobre mi misma

Lo que me mas me llama la atención es que siento mis manos tan diferentes ahora, son tan importantes y apreciadas para mi. Me provoca muchísimo acariciar las cosas, las plantas, los animales, la gente, incluso a mi misma. Me encanta hacerlo, me da gusto, me hace sentir contenta y me llena de amor. Y hay que tomar en cuenta que hasta ahora yo había sido bastante cuidadosa y distante en cuanto al contacto físico con la gente.

Al principio cuando me aplicaba reiki solo sentía un calor agradable entre mis manos y mi cuerpo. A medida que lo voy practicando voy descubriendo nuevas sensaciones. Primero empecé por sentir que ese calor a veces desaparecía y había frío, entonces me quedaba un rato con las manos sobre el mismo sitio hasta que aparecía el calor de nuevo. Luego un día que le hacía reiki a otra persona además del frio sentía como algo duro y metálico, una especie de resistencia que no dejaba fluir la energía; igual me quedé allí un rato hasta que desapareció. Mas recientemente percibo algunos colores: hacia la cabeza y la cara hay un color amarillo o dorado. A veces en algún lugar determinado del cuerpo solo veo oscuridad y a medida que circula la energía todo se torna violeta, amarillo o blanco.


Otra sensación con colores aparece cuando cierro los ojos y me concentro en mi respiración y en la energía, van apareciendo destellos blancos o a veces un túnel blanco. Luego comienza todo a llenarse de pequeños puntos muy brillantes color violeta intenso hasta que el violeta se hace una masa que oscila en forma parecida a la llama de una vela. en ese momento siento que estoy en armonía, llena de luz y preparada para ser un canal de luz.

Después de la segunda sesión

Señales, sueños, coincidencias, ¡hay tantas cosas para contar!

Tras la segunda sesión del curso he practicado todos los días en las mañanas temprano menos los dos últimos. Me he descubierto tremendamente escéptica cuando me doy cuenta que muchas veces estoy haciendo pruebas a ver si funciona, ¡como si se tratara de un experimento científico! Bueno, es parte de mi camino y de lo mucho que me queda por aprender.

El día que salimos del curso la gente en el metro y en la calle se sonreía conmigo, lo juro, sin motivo, como si me saludaran. Y todavía siguen haciendolo a veces. No recuerdo desde cuando las personas se me acercan en la calle para preguntarme toda clase de direcciones, pero ahora se acercan para hablarme de sus problemas de salud taxistas, vecinos y compañeros de trabajo. Y me resulta complicado decirles: "señor, ¿permite que le envíe un poco de reiki?" Les envío reiki con mi aliento o imaginación. No hemos visto todavía como hacerlo a distancia, pero todas las mañanas reúno a esas personas que se acercan a mi, las acuesto en una hermosa pirámide de luz reiki de las estrellas y con mis manos les envío reiki un rato como si estuviera allí con ellas. No se si será así que se hace pero he visto mejorar a algunos. Espero que sea casualidad pero los dos días que dejé de hacerlo uno de estos compañeros de trabajo volvió a sentirse mal. También practico un poco con mi hija que el primer día se quedó profundamente dormida. ¡A partir de la segunda sesión de reiki su gastritis volvió a aparecer! Si de algo estoy segura es de que la energía reiki no tiene capacidad para hacer daño, puedo sentirlo en lo profundo de mi ser, así que supongo que hay procesos de purificación o liberación que desconozco todavía. Igual yo sigo con mi reiki.

He tenido algunos sueños y recordado otros anteriores que son como una guia para viajar dentro de mi misma y encontrarme con sentimientos y emociones negativas que crei olvidadas pero que ahora vuelven para llamar mi atención sobre viejas heridas no curadas del todo.

Las casualidades y otros acontecimientos parecidos que ya antes habían surgido con sus mensajes en mi vida, ahora son mas frecuentes y a fuerza de ello hasta mas naturales para mí. Si necesito un carrito en el supermercado, aparece a mi lado. Los semáforos siguen dándome paso (o cuando están en rojo no vienen carros), los ascensores se abren justo donde yo estoy parada esperándolos. A veces cuando necesito hablar con alguien esa persona me llama o me la encuentro, si necesito una información me llega de alguna manera.
Fué muy gracioso el día que le apliqué reiki a toda la casa (que estaba un poco desordenada y no muy limpia), porque al día siguiente cuando llegué del trabajo todo estaba ordenado y reluciente. Venía una visita de mi hija y ella se ocupó de limpiar. Fué fantástico.
Pero hay un cuento mejor. Aunque yo no suelo ocuparme mucho del tema económico, en esa onda de probar se me ocurrió aplicar reiki a mis tarjetas de crédito y de débito a ver que pasaba. Estaba esperando que me depositaran las vacaciones y cuando fui al banco ¡sorpresa, había el doble de lo que esperaba! y no fue ningún error, simplemente me enteré que había unos pagos adicionales por vacaciones que yo no conocía. Al mismo tiempo intenté hacer unas compras con la tarjeta de crédito pero estaba bloqueada. La tomé en mis manos y me dije vamos a ver que puede hacer el reiki en este caso. Inmediatamente recordé que había olvidado por completo pagarla ese mes, esa era la razón del bloqueo según una llamada que apenas unas horas después me hizo el banco para recordarme. Pero tenía por suerte el dinero de las vacaciones en mi cuenta. Una cosa compensó la otra.

domingo, 3 de agosto de 2008

poema de Gioconda Belli

Mitos

Lo que nadie nos dijo fue que cuando Eva,
avergonzada de su desnudez,
dejó atrás las puertas del paraíso
se encontró con un niño
que le ofreció un manojo de candelas romanas.

En la primera noche sin inocencia
ella las encendió una tras otra.
Viendo chisporrotear la luz
comprendió el sentido de la existencia:

Arder.
Iluminar la oscuridad.
Gioconda Belli. "Fuego soy, apartado y espada puesta lejos". Anamá Ediciones, 2007

mensajes y aprendizajes

No me es posible explicar con claridad de donde provienen los mensajes y aprendizajes, tal vez porque estoy buscando explicaciones desde mi racionalidad occidental que no cuenta con bases para comprender esta clase de experiencias y procesos. Es hablar de intuición, de recuerdos y re-conocimiento, de abrir cajones y reconocer su contenido al verlo. Es comprender mas que saber o conocer. Esto es lo que he comprendido hasta ahora.

Hay como varios niveles, uno es el de la existencia diaria y cotidiana, el mas inmediato, la apariencia, las sombras de la caverna de Platón. Hay otro u otros (todavía no lo se), donde está la esencia, la profundidad, las conexiones, quizás eso que llama Chopra el ámbito no circunscrito. Esos niveles o dimensiones coexisten y están profundamente vinculados pero solo en muy raras ocasiones puedo estar en los dos al mismo tiempo. Solemos estar en uno o en el otro y esa escisión de nuestro ser es la fuente de muchos de nuestros conflictos personales y sociales.

Reconozco esa energía universal que llamamos amor, luz, Dios. vida o reiki. Está y es en todo y en todos, la tenemos por dentro y en frente a diario pero se necesita acceder a un estado particular de conciencia para aprehender su esencia y reconocerla. La manejamos cotidianamente pero como en forma inconsciente. Está presente en los latidos de nuestros corazones, en la música, en la simple belleza de las flores y las mariposas. en las sonrisas, en la majestuosidad del mar, en el calor del sol. Esa energía se puede transmitir, absorber, aplicar, poner, enviar, recibir. Personalmente me identifico mejor con la expresión "canalizar" porque me permite expresar la idea de que somos un canal, un medio, por donde circula la energía que existe. Haciendo uso de las imágenes se me viene a la mente un bombillo en un sistema eléctrico, si enciendes el interruptor ilumina, si lo apagas ya no vemos la luz, aunque la energía sigue allí esperando que encendamos el interruptor.

A medida que uno se sumerge en esa energía y en el plano de lo espiritual, algunos elementos del mundo cotidiano comienzan a perder relevancia. Me siento mas a gusto por ejemplo, en la soledad de mi casa, o en un parque que en una fiesta o evento social. Muy lentamente mi cuerpo comienza a pedirme paz, tranquilidad, naturaleza y otra alimentación. Es como si algo o alguien desde mi interior me enseñara que para poder andar este camino de evolución o revolución espiritual es necesario preparar también al cuerpo y prepararse uno: el canal tiene que estar en las mejores condiciones. Y que conste que eso lo he leido y entendido muchas veces, pero solo ahora viene de dentro de mi y no desde afuera, de mi alma y no de mi razón. Claro que todavía no ha sucedido que mi cuerpo rechaze una parrilla o no me pida desesperadamente un cigarrillo, pero siento un cambio interno que va adquiriendo mayor fuerza en esa dirección. Pero mas sorprendente es la pérdida de interés en el tema político y social. Aunque sigo entusiasmada con el trabajo social (ahora con nuevas energías) como vía para poder transformar la realidad en la búsqueda de un mundo justo, solidario y ecológicamente equlibrado, siento que hay otras herramientas, otras perspectivas, nuevas formas de lograrlo, mucho mas poderosas y liberadoras que la acción política. La actividad política aparece ahora ante mi como una etapa anterior, mas burda y rudimentaria, como la medicina alopática, es una forma de curar indudablemente pero ¿qué cura realmente? El problema con esto es que paradógicamente aunque adquiero mas claridad comienzo a sentirme al mismo tiempo cada vez mas distanciada del equipo de trabajo y de la dinámica actual del país por una cuestión de enfoque de los problemas y las alternativas. Y ellos también lo sienten, pero aun no me siento capaz de explicarles mi distanciamiento. Temo muchísimo caer en la tentación de creerme superior o mas clara que los demás.

Finalmente, y esto ya lo venía aprendiendo toda la vida de diferentes maneras, todo empieza por uno mismo, por trabajar sobre uno mismo, por ser mejor persona desde lo biológico, lo mental y lo espiritual, porque somos un todo integral. Si sano mi cuerpo, mis propias heridas, si resuelvo mis propios conflictos, todo lo demás va a mejorar también "automáticamente" porque esos que llamamos "los otros" son parte de lo mismo que soy yo. De igual manera, las relaciones con los demás, sean armónicas o de conflicto, son una oportunidad de trabajar sobre uno mismo y mejorar. Como decía el Jefe Indio Seattle, somos parte de un mismo tejido, si afectas un hilo todo el tejido lo siente.