domingo, 3 de agosto de 2008

mensajes y aprendizajes

No me es posible explicar con claridad de donde provienen los mensajes y aprendizajes, tal vez porque estoy buscando explicaciones desde mi racionalidad occidental que no cuenta con bases para comprender esta clase de experiencias y procesos. Es hablar de intuición, de recuerdos y re-conocimiento, de abrir cajones y reconocer su contenido al verlo. Es comprender mas que saber o conocer. Esto es lo que he comprendido hasta ahora.

Hay como varios niveles, uno es el de la existencia diaria y cotidiana, el mas inmediato, la apariencia, las sombras de la caverna de Platón. Hay otro u otros (todavía no lo se), donde está la esencia, la profundidad, las conexiones, quizás eso que llama Chopra el ámbito no circunscrito. Esos niveles o dimensiones coexisten y están profundamente vinculados pero solo en muy raras ocasiones puedo estar en los dos al mismo tiempo. Solemos estar en uno o en el otro y esa escisión de nuestro ser es la fuente de muchos de nuestros conflictos personales y sociales.

Reconozco esa energía universal que llamamos amor, luz, Dios. vida o reiki. Está y es en todo y en todos, la tenemos por dentro y en frente a diario pero se necesita acceder a un estado particular de conciencia para aprehender su esencia y reconocerla. La manejamos cotidianamente pero como en forma inconsciente. Está presente en los latidos de nuestros corazones, en la música, en la simple belleza de las flores y las mariposas. en las sonrisas, en la majestuosidad del mar, en el calor del sol. Esa energía se puede transmitir, absorber, aplicar, poner, enviar, recibir. Personalmente me identifico mejor con la expresión "canalizar" porque me permite expresar la idea de que somos un canal, un medio, por donde circula la energía que existe. Haciendo uso de las imágenes se me viene a la mente un bombillo en un sistema eléctrico, si enciendes el interruptor ilumina, si lo apagas ya no vemos la luz, aunque la energía sigue allí esperando que encendamos el interruptor.

A medida que uno se sumerge en esa energía y en el plano de lo espiritual, algunos elementos del mundo cotidiano comienzan a perder relevancia. Me siento mas a gusto por ejemplo, en la soledad de mi casa, o en un parque que en una fiesta o evento social. Muy lentamente mi cuerpo comienza a pedirme paz, tranquilidad, naturaleza y otra alimentación. Es como si algo o alguien desde mi interior me enseñara que para poder andar este camino de evolución o revolución espiritual es necesario preparar también al cuerpo y prepararse uno: el canal tiene que estar en las mejores condiciones. Y que conste que eso lo he leido y entendido muchas veces, pero solo ahora viene de dentro de mi y no desde afuera, de mi alma y no de mi razón. Claro que todavía no ha sucedido que mi cuerpo rechaze una parrilla o no me pida desesperadamente un cigarrillo, pero siento un cambio interno que va adquiriendo mayor fuerza en esa dirección. Pero mas sorprendente es la pérdida de interés en el tema político y social. Aunque sigo entusiasmada con el trabajo social (ahora con nuevas energías) como vía para poder transformar la realidad en la búsqueda de un mundo justo, solidario y ecológicamente equlibrado, siento que hay otras herramientas, otras perspectivas, nuevas formas de lograrlo, mucho mas poderosas y liberadoras que la acción política. La actividad política aparece ahora ante mi como una etapa anterior, mas burda y rudimentaria, como la medicina alopática, es una forma de curar indudablemente pero ¿qué cura realmente? El problema con esto es que paradógicamente aunque adquiero mas claridad comienzo a sentirme al mismo tiempo cada vez mas distanciada del equipo de trabajo y de la dinámica actual del país por una cuestión de enfoque de los problemas y las alternativas. Y ellos también lo sienten, pero aun no me siento capaz de explicarles mi distanciamiento. Temo muchísimo caer en la tentación de creerme superior o mas clara que los demás.

Finalmente, y esto ya lo venía aprendiendo toda la vida de diferentes maneras, todo empieza por uno mismo, por trabajar sobre uno mismo, por ser mejor persona desde lo biológico, lo mental y lo espiritual, porque somos un todo integral. Si sano mi cuerpo, mis propias heridas, si resuelvo mis propios conflictos, todo lo demás va a mejorar también "automáticamente" porque esos que llamamos "los otros" son parte de lo mismo que soy yo. De igual manera, las relaciones con los demás, sean armónicas o de conflicto, son una oportunidad de trabajar sobre uno mismo y mejorar. Como decía el Jefe Indio Seattle, somos parte de un mismo tejido, si afectas un hilo todo el tejido lo siente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Definitivamente Reiki es un camino para recuperar la sintonía con la naturaleza, hacernos conscientes de nuestra existencia "plena" y disfrutar los sincronismos de la vida. Hiddekel