domingo, 3 de agosto de 2008

las señales

Esta semana, con poco tiempo para escribir, he tenido la sensación de poder percibir algunas señales de la energía reiki que llega a mi. En las últimas mañanas muy cerca de la madrugada, me despierto con un calor que no habia sentido antes (y que espero no estar confundiendo con los primeros síntomas de la menopausia, ja, ja) Siento un calor-luz que arde en la cara y los hombros que puede a veces extenderse a los brazos y el pecho. Es calor y es luz, como el sol de la playa. También me ha sucedido que aunque me haya acostado muy tarde y muy cansada, al despertar en la mañana estoy renovada, aunque esa fuerza va apagándose ya al final de la tarde.
Con respecto al ejercicio de escuchar al cuerpo, me ha costado mucho concentrarme y en ocasiones he preferido dejarme vagar entre la naturaleza o en ese túnel de luz que de vez en cuando aparece, porque esas experiencias me permiten descansar y abstraerme de la vida cotidiana por un agradable rato . También he encontrado mas fácil hacer los ejercicios en la mañana y los fines de semana cuando estoy mas descansada. De noche comienzo pero en seguida me quedo dormida, pero eso si, duermo profundamente hasta el día siguiente.
Una tarde que estaba en ese tema, de pronto sentí que me había quedado dormida y quería despertarme pero no podía. Desde afuera me veía a mi misma acostada en la cama y no entendía como era que aunque sentía que estaba despierta mi cuerpo no despertaba. Luego de que por fin logré despertar sentía el cuerpo y la mente muy torpes y pesados, sensación desagradable que solo desapareció al día siguiente después de dormir en la noche.
Esta mañana la experiencia fue significativamente diferente y mas profunda. Luego de un enorme esfuerzo por no preocuparme por el trabajo "solo por hoy", por fin pude concentrarme en mi cuerpo. Luego de un rato comencé a sentir que podía estar casi simultáneamente en dos niveles: el del ejecicio y el de lo que pasaba a mi alrededor. Por ejemplo escuchaba claramente el ruido de la lavadora o los carros de la calle, pero podía seguir concentrada en escuchar mi cuerpo, era como si pudiera pasar fácil y rápidamente de un nivel al otro. Inclusive probé a abrir los ojos ver a mi alrededor y volverlos a cerrar, sin que eso alterara mi concentración. Sentía mi cuerpo flotando, creo si alguien se hubiera asomado me hubiera podido ver flotando (tremendo susto) y mientras flotaba recordé dos sueños de esa noche como si los estuviera soñando una segunda vez. En uno de esos sueños flotaba también, dormida en el mar con el sol ardiendo sobre mi (la misma sensación de las mañanas). Cuando desperté en el mar me di cuenta que estaba bastante alejada de la playa y que un muro de piedras y de arena me mantenía segura y evitaba que me pudiera alejar mas. Esta situación que en otros sueños e inclusive en la vida real me hubiera aterrado, no me preocupó sin embargo, pues estaba segura de que sabría regresar aunque no supiera nadar y en efecto me solté a nadar confiada hacia la playa descubriendo que había aprendido a nadar.
Otra sensación muy especial y desconocida para mi, fue un momento en el cual sentía que mi cuerpo y yo gírabamos vertiginosamente (no entiendo como no llegué a marearme), tenía temor de no poder controlar el movimiento y la situación desconocida que de allí se pudiera generar, traté de no pensar en nada y dejarme llevar para explorar esa novedad, pero el miedo fue mas fuerte que yo y regresé a la calma.
Encontrar las palabras para describir las experiencias no es sencillo, sin embargo es mucho mas difícil describir los aprendizajes o mensajes que ellas me dejan y que intentaré expresar en la siguiente entrada de este blog

No hay comentarios: